¡no te juzgues!

¡No te juzgues a ti mismo!

En mi último blog escribí sobre la importancia de cómo construir conocimiento como un principio importante del aprendizaje efectivo de una habilidad. Como ves utilizo mis ejemplos de aprendizaje de la guitarra como metáfora de todas las habilidades que necesitamos y queremos aprender.

Puedo usar esta experiencia de aprendizaje para cada tipo de habilidad, desde la natación hasta habilidades de liderazgo. Mi aprendizaje de la guitarra es mi reto, le dedico muchas horas de la semana y me gusta descubrir nuevos principios, nuevos ejercicios y cosas nuevas.

Lee aquí mi primer blog sobre mi historia.

Hoy quiero compartir contigo otro desafío de principios para muchos “perfeccionistas” entre nosotros. ¡No te juzgues a ti mismo!

Algunas personas piensan que ser perfeccionista es positivo. Ser perfeccionista puede causar dolores de cabeza, noches de insomnio y emociones negativas.

Si tiendes a ser perfeccionista, sabes que nunca será suficiente lo que haces y entregas, ya que la perfección no existe. Los perfeccionistas nunca están listos, pierden tiempo para volver a revisar las cosas muchas veces, no están contentos con sus resultados, no importan los comentarios positivos de los demás. Ser perfeccionista puede convertir tu vida en una tortura.

Convirtamos este “perfeccionismo” en algo positivo y útil, ya que creo que tiene mucho potencial. ¿Podemos cambiar esto y transformarlo? Ah, sí: tuve que aprenderlo yo mismo para ser más proactiva y creativa.

Hablemos un poco sobre el rendimiento y llegaré al perfeccionismo más adelante.

Cuando se trata de rendimiento, la regla

Desempeño = Preparación – Disturbios

podría ser una guía importante.

Echémosle un vistazo. El rendimiento es el resultado de la preparación, y la preparación puede verse reducida por perturbaciones. Cuando hablamos de preparación, hablamos del conocimiento que has acumulado antes del momento de su «actuación» (concierto, examen de guitarra, tocar una canción para su familia, presentar frente a una audiencia, liderar un equipo, etc.).

Las perturbaciones son todos los ruidos que notas durante tu actuación, y pueden provenir del exterior (entra un WhatsApp, ruidos en la calle, alguien del público hablando, etc.) que son relativamente fáciles de apagar.

Sin embargo, las perturbaciones más difíciles de apagar son las que vienen de “adentro”, mientras estás entregando: ¡todos los juicios sobre ti mismo!

¿Recuerdas tu voz interna hablándote diciéndote que deberías hacerlo mejor? ¿No eres lo suficientemente bueno? ¿No aprendiste lo suficiente? ¿No tienes talento? Sentirse triste y frustrado después de un error es también un juicio…

Ahora: ¿cómo puedes hacer que esa voz se calle? ¡No te juzgues a ti mismo! No es fácil…

Puedes:

1. centrarte en otra cosa y dejar que otra voz hable. Hay varias otras cosas en las que puede concentrarse, más relacionadas con lo que está haciendo. Encuentra el flujo permaneciendo mentalmente y físicamente presente y conectado con lo que estás haciendo.

2. Deja tu error «volar». Si comete un error mientras toca, simplemente déjalo volar y olvídate de este hasta el próximo ensayo donde podrás analizar lo que sucedió. ¡No lo hagas durante el concierto! ¡Tu mente permanecerá conectada con el error y no contigo!

3. Entrena cómo ser agradecido por tus errores y aprender de ellos. Cada vez que cometas un error mientras practicas, detente, reflexiona, aprende y sigue practicando.

4. Practica con la mente abierta, esté abierto a cosas nuevas, haga prácticas cortas pero intensivas, observa tus dedos, pida retroalimentación, grábate y revísalo. Se crítico, pero optimista.

5. Encuentra tus puntos fuertes y sé consciente de ellos. Ponlos en lo que estás haciendo, entrena para ser único, no importa lo que estés haciendo.

Y tú, ¿eres perfeccionista? ¿O un “excelentista”?

Estaré feliz de leer tus experiencias aquí.

Os dejo un video de una de mis canciones… no perfecta, pero con personalidad!!!